De sobra sabes, y te haces el sordo.
Que si mis ojos te entendieran te besaba en un abrir y cerrar, de ojos también. Que llevas toda la razón, que sabes lo que dices, pero no entiendes lo que te digo y ojala pudiera hacerte saber que me remueves, me desbordas y te aborrezco.
Vuelves y me devuelves veneno en piel, y recuerdos, no digo que amargos, porque amargos no son. Fiesta sin ropa y espinas en mi medicina. Un beso ayer, un desplante mañana, y mi cabeza es una puta maraña. Araña. Vuelves y revuelves. Ojala, ojala pudiera. Eso de que pienso, que te tengo enfrente... Tus ojos con los míos peleándose, y mi boca sin callar a la vez. Eso de que te abro el corazón una, dos y tres veces, y tu me lo devuelves a cachos y al revés. Eso. Eso de que ardiendo en deseo, te veo, te respiro, y sonrío. Eso de que has sido lo peor de mi vida, y lo mejor de mis venas, que por ellas corres todavía. Eso de que no hay nada cerrado, y si por mi fuera las narices te partía con la puerta. Con que con esas llevábamos cuando te regale, un trocito de mi corazón, después de que yo pisara el tuyo. Eso de que dejaras pedirte perdón. Solo eso. Un lo siento, y se acabó. Eso de que me escuece que tus labios besen cosas que mías no son. Solo eso. Después de esto, vete a la mierda.